El diafragma es el tabique músculo-tendinoso que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. Se contrae en cada inspiración, 14 veces por minuto, por lo tanto, más de 20.000 veces al día, de ahí su importancia. También tiene mucha influencia en la postura, en la digestión, en el sistema circulatorio, en la tensión del suelo pélvico y la posición de las cervicales.
Por otro lado, el diafragma es el gran regulador de nuestras emociones. El miedo y la ansiedad inmovilizan al diafragma. La sensación de que «se nos cierra el estómago» o que «nos falta el aire» tiene mucho que ver con el bloqueo de este músculo.
Mediante la fisioterapia podemos trabajarlo de diferentes maneras, para liberar esos bloqueos y permitir un correcto desarrollo de todas estas funciones. Lo hacemos con las siguientes técnicas:
- Fisioterapia respiratoria: ejercicios que nos ayudan a mejorar el movimiento cíclico de nuestra respiración, individualizando y siendo más conscientes de los diferentes patrones respiratorios: torácico y abdominal.
- Terapia manual: relajación de la estructura mediante masaje en los rebordes costales y el centro frénico. Puede ser pasivo con el único trabajo del fisioterapeuta, o activo, con la participación del paciente.
- Trabajo a distancia: a través de las cadenas miofasciales, de toda la columna vertebral y del tórax.
- Trabajo del CORE y suelo pélvico.